Capítulo 7.
Nos dirigimos a clases, aunque note que había algo diferente en el ambiente de mi salón, claro, Regina no había venido. Qué extraño era eso.
- Qué extraño, Regina no vino a clases – comente.
- Si, extraño – dijo Sami algo preocupada y tratando de fingir que no sabía porque ella no había venido.
- ¡Que lastima!, y yo que le quería lanzar un sapo de la clase de Biología… - agrego Lucas fingiendo tristeza. En ese momento entró Damián a clases.
- Hola chicos, ¿Por qué esa cara larga Lucas?
- Es que Regina no vino, y yo quería lanzarle un sapo disecado – dijo Lucas haciendo pucheros graciosos.
- Um… eso es cierto. – añadió Damián pensativo – Desde que estudio aquí ella nunca ha faltado. Tranquilo Lucas, cuando venga mañana le lanzaremos una bomba fétida en su mochila.
Íbamos camino a biología cuando nos topamos con la profesora Verónica que estaba muy nerviosa y se sobresalto al verme, cuando ya casi llegábamos al Laboratorio Sami dijo:
- ¡Oh no!, se me olvido darle el informe de Historia al profesor, los veo luego, tal vez no esté en esta clase. – dijo Sam.
- ¡Ese profesor un día de estos nos va a matar con tanto trabajo!, también tengo que entregárselo. – agrego Lucas, mientras los dos caminaban muy rápidos en dirección opuesta, mientras Sami lo miraba molesta, aunque no entendía porque.
- Entonces quedamos solo tú y yo – dijo Damián.
Conversamos toda la clase acerca de los deportes que practicaba Damián, ¡eran tantos!. Jugaba al futbol, tennis, golf, surfing, snowboarding, y uno que otro deporte extremo. La profesora estaba copiando unas notas en la pizarra con los pasos que debíamos hacer para abrir a nuestras pobres amigas. Solo de pensarlo me daba asco. No quería matar a ningún animalito.
Me puse a pensar en lo triste que sería matar a esa ranita por sacar una buena nota en biología, y de pronto quise que la pobre saltara hacia la ventana con sus demás compañeras.
Ya la profesora estaba durmiendo a todas las ranas, cuando un chico se iba a adelantar y abrirla con un bisturí.
- ¡No! – grité.
- ¿Qué pasa Cristie? – pregunto Damián.
- No quiero que las maten – agregue con tristeza.
Cuando el chico estaba a punto de clavarle el bisturí a su rana, esta le salto al rostro. E l gritaba para quitársela de encima y yo estaba desternillándome de la risa, igual que Damián y los demás en clase.
De pronto, todas las ranas comenzaron a moverse y salían brincado por las ventanas del Laboratorio para ser libres, junto con la ranita rebelde que le salto al chico de mi clase. Eran libres, ¡Libres!, mi deseo se había cumplido. Me sentí tan alegre al saber que no les iba a pasar nada a mis amigas, aunque la profesora sol o estaba molesta por no haber realizado el experimento y nos mando mucha tarea, pero aun así no me importo.
Damián y yo salimos a la clase de Literatura cuando encontramos hablando a la profesora Verónica, Sami y Lucas. Se veían tan serios. Cuando nos vieron avanzar a la puerta los chicos nos saludaron tímidamente mientras la profesora nos invito a sentarnos. Les conté a Sami y a Lucas lo que había ocurrido en biología con las ranas. Como era de esperarse Lucas estallo en risas, pero Samantha se puso seria al saber que yo había deseado eso.
- ¿Qué pasa Sami? – pregunte incomoda.
- Es que escuche algo sobre eso.
- ¿Sobre qué? – pregunto Damián.
- Cuando deseas algo y se vuelve realidad involuntariamente gracias a ti. Pero no sé cómo era eso exactamente.
- ¿Será suerte o magia? – pregunte otra vez.
Para mi sorpresa Verónica y Sami se sobresaltaron casi al mismo tiempo y a la profesora se les cayeron todos sus libros de texto, incluyendo una nota. Tome la nota con cuidado para entregársela a la profesora pero ya habían llegado todos los demás y comenzó la clase. Espere a que terminara la clase para entregarle la nota a la profesora, pero esta había salido corriendo al sonar el timbre, y la seguí, Lucas y Sami hicieron lo mismo y me siguieron tratando de pararme cuando encontré en la salida del colegio a la profesora Verónica y a una chica.
La chica era de tez blanca, cabello muy rubio, corto hasta los hombros, creía haberla visto en algún otro lugar. Se veía algo tímida, a su lado estaba un chico alto de tez morena y se veía muy guapo. Me imagine que debía ser su novio por la forma que estaba tomado de las manos, mientras ella hablaba con mi profesora. Me sentí algo cohibida y decidí no intervenir y entregarle la nota mañana.
Seguí mi curso camino a casa con Lucas y Sam. Estaban algo callados, no era normal en ellos y les pregunté:
- ¿Qué les ocurre a ustedes hoy?, se comportan de los más extraño.
- Eh, es la tensión del colegio – mintió Lucas.
- Oigan, la profesora Verónica fue ayer en la tarde a mi casa a visitar a mi mamá – agregué tratando de romper el hielo.
- ¿Sí? – dijeron los dos al unisonó.
- Si, estuvo un tiempo hablando con ella. Al parecer son muy amigas, me alegra mucho. Me pregunto porque a Verónica le llama tanto la atención los libros sobre Magia. – dije.
- ¿¡De magia!? – volvieron a gritar los dos.
- Si, los vi mientras hablaba con mi madre. Y después me miro con los ojos más extraños que he visto, pensé verlos más oscuros.
Samantha y Lucas estaban algo alarmados y no entendía porque. Seguimos caminando hasta llegar a mi casa y se despidieron. Entre a la sala y no vi a mi madre, no había llegado. Subí a mi cuarto a hacer mi tarea. Cuando sacaba mis cuadernos encontré la nota que le iba a entregar a la profesora Verónica hoy, me dio tanta curiosidad leerla. Me levante a recogerla, y al parecer alguien mas ya la había leído, me imaginaba que debía ser ella. Me decidí a leer la linda y pulcra caligrafía que decía:
31 de Octubre de 1999
Atlanta - Heauston Seattle
Hola Verónica, recibimos tu carta. Déjame empezar aclarando tus dudas. Primero: Los Diamons no son malos, si lo fueran ya nos hubieran aniquilado, ellos solo tienen uno de los libros y no hubieran dudado en entregárselo a ella. Segundo: necesito que me ayudes a reunir a los viejos amigos, los Wichtter, y si puedes ayudarme a contactar a la familia Vivaldi mucho mejor, necesitaremos toda la ayuda posible para recuperar el último libro y proteger los demás. Y tercero, pero no lo menos importante: como ya sabrás que mi pequeña cumplió 13 años, ya me comienza a preocupar su seguridad, por lo que le dije a mi esposa que no le dijeran nada de lo que está pasando en estos momentos, y mucho menos de sus poderes, si algo falla tendrán que explicarle todo después. Ya he redactado mi testamento legando todas mis posesiones a mi familia. Especialmente el libro, no hay problema en que alguien lo descubra. El libro está con mi pequeña, como si fuera un cuento de hadas. Espero que nos puedas responder esta carta y nos puedas visitar pronto.
Con cariño
AB
Me quedé observando la carta atónita y sorprendida de la información que esta tenia. La leí con detenimiento una vez, dos veces, tres y hasta cuatro veces tratando de encontrarle pies o cabeza al asunto. Tenía tantas dudas como por ejemplo ¿Quiénes eran los Diamons y los Vivaldi?, ¿Qué relación tenia la familia de Cris y Sami en este asunto?, ¿De qué libro hablaban? Y ¿Quién era AB? Estaba confundida y sin creer lo que mis ojos veían.
Decidí llamar a Sami a su celular, seguro ella podría explicar lo que estaba sucediendo. Marque su número de teléfono, solo sonaba pero ella no contestaba. Me pregunte si lo tenía apagado así que comencé a llamar a su casa, alguien agarro el teléfono pero no era la voz de Sami
- ¿Diga? – era Cris.
- ¿Cris? ¡Hola, habla Cristie! ¿Cómo sigues? – pregunte aliviada al escuchar su voz.
- ¿Sigo?, ¿De qué? – pregunto confundido.
- Sami me dijo que estabas enfermo – agregué yo.
- Ah, claro, si me encuentro mejor. Gracias por preguntar – dijo el.
- Oye, ¿Esta Sami cerca? – pregunte recordando la intriga y la emoción de descubrir la carta misteriosa.
- Eh… no, ella salió hace unos minutos. Le diré que llamaste – concluyo Cris.
- Gracias, ¿Vienes mañana al colegio? – pregunte otra vez.
- No, no puedo – respondió distante.
- Bueno, en ese caso nos veremos después. Adiós Cris – me despedí aun triste.
- Adiós – fue lo único que dijo y colgó el teléfono.
¿Qué le pasaba en realidad a Cristian?, esa duda resonó durante mucho tiempo en mi cabeza. Tenía que admitirlo, ya me estaba comenzando a preocupar. Y si yo me preocupaba mucho por él seria porque… no, eso es imposible.
Deje todas mis preocupaciones a un lado y decidí darme un baño caliente, siempre me reconfortaba. Tomé mi piyama y entre al baño de mi habitación. Comencé a llenar a tina con agua caliente y espuma, me cambie y me puse mi bata de baño esperando a que se terminara de llenar.
Tuve el antojo de mirarme un tiempo en el espejo para ver mi apariencia, me lave el rostro con agua tibia y cuando me seque con una toalla que tenia al lado para verme en el espejo mejor, lo primero que logre articular fue un grito. En el espejo se veía una sombra en una de las esquinas del baño. ¡La misma sombra que me había perseguido aquel día!, de pronto todo se puso oscuro y me deje caer en la inconsciencia...
hola!!! aqui les dejo el siguiente capítulo! no se olviden de comentar y dar su opinión acerca del blog! ya que ustedes son los que le dan vida!! no saben los feliz que estoy al ver que visitan mi página los quiero muxo!!!♥ y recomiendenme para que me conozcan!. Si tienen un blog y quieren que lo lea escribanlo en comentarios!!♥
xoxo Mari R☆★
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2 comentarios:
lokita me encanta tu blog.. y este capitulo me encanto se te quiere MG...!!!
genial!!!! me encanto el cap espero que la sigas pronto!!!!! y visita mi blog jeje es el de alec and ypu =)
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