Capitulo 11.
- Y… ¿Quieres salir conmigo? – preguntó Scott.
- ¿Cómo en una cita? – dije. Lo menos que quería en estos momentos era eso, una cita.
- Solo si tú lo quieres.
- Me agrada una cita como amigos – traté de evadir su invitación sin rechazarla, no quería herir sus sentimientos.
- Me parece perfecto.
- ¿Sabías que estas sumamente hermosa el día de hoy? – preguntó el de halagador con una inmensa sonrisa en su rostro.
- Oh, gracias.
Salí de la casa mientras íbamos caminando por el pueblo, no sabía adónde ir ya que no conocía en ese entonces mi nuevo hogar.
- ¿A dónde quieres ir? – me preguntó.
- No lo sé, aun no conozco muy bien el pueblo.
- Veamos… Ya sé, ¿Qué tal algo divertido?
- ¿Divertido?
- Si, podemos ir a practicar parapente, claro, solo si tú quieres.
- ¡Sí, me encanta! – dije emocionada.
Tomamos un taxi hasta el extremo norte del pueblo, cerca del bosque. Caminamos hasta un establecimiento turístico de parapentes, y hablamos con la recepcionista para montarnos en uno. Me cambié y me puse un uniforme que se colocaban los paracaidistas cuando iban a saltar de un avión, me gustaba el color del uniforme, era rosado con gris. Cuando salí del vestidor allí estaba Scott esperándome en la entrada y ya se había puesto su uniforme de color azul rey con verde.
- Me siento como una astronauta con este uniforme – bromeé.
- Igual yo. ¿Este uniforme no me hace ver gordo? – dijo Scott bromeando.
- No, el azul te queda bien – dije mientras reía.
- Gracias. Ven, allá afuera nos está esperando un instructor que nos va a ayudar un poco.
Salimos del establecimiento para subir hasta lo más alto de la colina. El instructor nos explico los pasos a seguir para volar en el parapente, cada vez más me daba miedo.
- ¿Lista? – preguntó Scott.
- Sí, creo. – apenas la voz me salía. Sentía un fuerte nudo en la garganta y un extraño cosquilleo en el estómago.
Nos montamos con cuidado en el parapente, el delante para manejar, y yo atrás. Nos lazamos hacia el vacio, y cerré en ese instante los ojos. Podía sentir el peso del desayuno en mi estomago, y llego una fuerte brisa a mis pies, estábamos volando, en ese momento abrí los ojos y vi el suelo, eran tan lindo aquel paisaje que estaba debajo, solo se veía una espesa capa de pinos en el bosque y después la hermosa cascada donde había ido con Scott, de pronto él dijo:
- ¿Qué tal la vista aquí arriba?
- Esta muy linda allá abajo – dije.
- Cristie, por favor voltea hacia arriba, tienes que ver esto.
Giré mi cabeza y entonces vi aquello que Scott quería mostrarme. Se podía ver los bosques vecinos cerca de las demás montañas que se perdían de vista una con otra y cerca se encontraba el sol. Qué hermoso era eso. Aquel pequeño rayo de esperanza que había sentido cuando vi a Scott esta mañana ahora era un gran sol, que me iluminaba y tanto me alegraba el día.
- ¿Y bien? ¿Qué te parece? – dijo él. En ese momento sentí un cosquilleo que me había recorrido todo mi estómago. ¿Me había caído mal el desayuno o acaso iba a vomitar?
- Es espectacular. Gracias por invitarme a venir aquí.
Nos quedamos un rato en silencio mientras seguíamos volando en aquel hermoso cielo, el parapente comenzó a descender y solté un pequeño grito. Scott solo rió y dijo:
- Tranquila solo voy a aterrizar. ¿Acaso crees que nos vamos a matar?
- No, pero… ¿A dónde vamos? – pregunté al ver una pequeña pradera donde comenzamos a bajar.
- Eh, ya verás. Sujétate bien.
Aterrizamos y Scott bajó para ayudarme a salir del parapente. Me tomó de la mano y me condujo corriendo hacia un camino de arboles que estaba cerca. Me parecía familiar, y entonces entendí a donde me llevaba, a ese lugar secreto que me había llevado ayer. Cuando atravesamos todos los arboles me quedé sorprendida del hermoso rayo de luz que emanaba del lugar gracias al sol, el agua brillaba de aquellos dorados colores del sol. Me quedé maravillada mirando el lugar otra vez mientras caminábamos hacia el gran árbol cerca de nosotros.
- ¿Acaso vives en el bosque? – dije mientras reía.
- No. ¿Por qué? – parecía divertirle mi broma.
- Pareciera lo conocieras perfectamente.
- Si, lo conozco como la palma de mi mano. Aunque en realidad vivo no muy lejos de tu casa.
- ¿En serio?
- Si. Por cierto, ¿Te gustaron las rosas de esta mañana?
- Si, eran tan lindas. ¡Oye, un momento! ¿Cómo es que sabes que recibí unas rosas esta mañana? – pregunté sorprendida.
- ¡Ups! Eh, yo… - se veía nervioso y de pronto se sonrojo un poco.
- ¿Tú las enviaste?
- Si, ¿Te gustaron?
- ¡Oh Scott, están preciosas, muchas gracias! – dije y lo abrasé
No hablamos durante unos minutos, solo me quedé relajada mirando a los peces nadar. Me acosté en la grama y cerré los ojos, al rato sentí que me veían, así que los abrí de nuevo y me encontré con Scott mirándome.
- ¿Qué? – pregunté.
- Es que… nada olvídalo.
- Dime – insistí.
- No es nada importante, olvídalo – dijo mientras se sonrojaba de nuevo.
- Por favor, confía en mí.
- Está bien. Cristie, yo… - comenzó a balbucir, respiró hondo y continuó – no sé cómo decirte esto, y sé que va a sonar extraño decirlo si apenas te conozco, pero…
Sentí como alguien me veía así que busque por todas partes a ver si divisaba a alguien además de Scott en el bosque. Miré por todos lados, y entonces la vi, era la misma chica de mi sueño, y me miraba con el mismo enojo que había visto antes. Volteé a ver a Scott que se puso nervioso, con todos los sentimientos que describía su mirada, lo podía decir todo, enojo, ira, decepción. Me miró a los ojos y no pude seguir su mirada, así que busqué a aquella chica que había visto, pero ya no estaba. Quería preguntarle tantas cosas, pero antes de poder decir algo él dijo:
- Debemos irnos...
- ¿Por qué? – pregunté.
Antes de poder contestar me tomó de la mano y corrió a mi lado hacia la salida del bosque. Sabía que pasaría en ese momento, seguimos corriendo mientras yo volteaba para todos lados y al su vez miraba el suelo de vez en cuando para no tropezar y caerme, sentí una tercera persona corriendo a mi lado y vi la sombra. Del susto me caí al suelo, y no podía moverme, no por el dolor, si no porque mi pie derecho se había atorado en un hoyo y luchaba por sacarlo. Cuando por fin me había liberado, comencé a buscar a Scott, no lo veía por ningún lado, me pregunté donde estaría aquella sombra, así que giré mi cabeza hacia arriba para buscarla y la encontré, ¡justo delante de mí! Mi pie estaba libre y podía correr, pero ya me había alcanzado.
Sentí como me levantaba sin voluntad propia y me elevaba por los aires, no podía creer lo que mis ojos veían, luché con todas mis fuerzas para librarme, aunque ¿De qué? Si la sombra no me había puesto un dedo encima, solo giraba rápidamente por los aires de un lado al otro. De pronto me dirigía a un árbol, me iba a impactar con él, quise que el árbol saliera volando y le cayera justo encima a aquella sombra, pero solo cerré los ojos esperando el dolor del choqué. No había pasado nada, así que los abrí y grité. ¡Ya no estaba el árbol! ¿Qué paso?, pregunté en mi cabeza, aun seguía en el aire pero solo flotaba sin moverme, entonces entendí que había pasado, yo había movido el árbol, había golpeado a la sombra. La busqué por todos lados pero no ya no estaba, se había ido. Caí precipitadamente en el suelo y comencé a ver todo borroso hasta que no pude ver nada.
Desperté, ya que gracias al golpe que me había dado me dejó inconsciente ¿Dónde estaría Scott? Grité su nombre, lo llamé tres veces más hasta que apareció corriendo por un camino de arboles que estaba cerca. Traté de levantarme pero me dolía mucho la cabeza y él me ayudo a sentarme.
- ¡Cristine Brians, que susto me diste! ¡Te busqué por todas partes!, ¿Te duele algo? – preguntó Scott preocupado.
- No, solo un poco la cabeza – mentí mientras me levantaba. En ese momento se oyó una voz a lo lejos.
- ¡Oye, no la veo! ¿La encontraste?
- ¡Si, está conmigo! – gritó Scott.
Apareció entre los arboles la chica que había visto en el prado, venía corriendo preocupada hacia nosotros.
- ¿Se puede mover bien? – preguntó.
- Si, solo le duele un poco la cabeza. Cristie, tengo que presentarte a Charlotte, ella es mi… - no había terminado cuando ella habló.
- Soy su hermana, mucho gusto Cristie. Creo que deberíamos salir de aquí Scott – respondió seria.
Caminamos hasta las calles del pueblo cuando Scott hablo:
- Oye Charlotte ¿No tenías algo pendiente ahora?
- Eh, no… Si, ya me acuerdo. Lo siento, tengo que irme. Adiós. – dijo ella mientras cruzaba la calle y se alejaba entre los autos.
- Déjame acompañarte a tu casa, me imagino que estas cansada. – me dijo Scott.
Seguimos caminando mientras trataba de recordar todo lo que había pasado, mientras íbamos llegando a mi casa.
- Y… ¿La pasaste bien hoy? Bueno quitando tu golpe y… - habló apresuradamente Scott y yo lo interrumpí.
- La pase de maravilla. Aunque creo que es raro caminar con este uniforme encima. Muchas gracias de nuevo Scott. ¿Me podrías explicar que fue lo que pasó en el prado? – le pregunté.
- Si quieres te lo explico mañana cuando hayas descansado. Es una historia algo larga y espero que eso no te haya asustado tanto.
- No, no era eso. Lo que me ibas a decir antes de que saliéramos del prado – le expliqué.
- Ah, eso. Yo… ¿Qué tal si hablamos de eso mañana? – preguntó nervioso.
- Es algo malo, ¿No? – pregunté esperando la respuesta. Tardó tiempo en responder.
- Voy a ser honesto contigo Cristie, no sé cómo vas a tomar esto pero… Lo que intento decir es que… Se que apenas nos conocimos ayer, pero si… si ¿Si yo te dijera que te quiero qué dirías tu? – preguntó.
- Um… - pensé – Diría que también te quiero y que eres mi mejor amigo.
- No, no se trata de eso. Te amo Cristine.
- Ah – ya había entendido.
Pero antes de poder pensar o hablar se acercó a mí. Siguió acercándose lentamente hasta que su rostro quedó a escasos centímetros del mío y sentí otra vez ese cosquilleo gracioso en mi estómago, en ese momento comprendí todo. Lo quería, lo suficiente como para confiar completamente en él y conocerlo en tan solo un día. Se había acercado lo suficiente a mi rostro para besarme, puso su mano derecha en mi mejilla y se inclinó ligeramente había mis labios, yo solo cerré los ojos y sentí su respiración acercando cada vez más a mí, podía percibir el roce de sus labios en los míos apunto de besarme…
Hola!! Happy Xmas otra vez!! Pasé parte de noxe buena escribiendo este cap, mi madre casi me saca a rastras de la casa cuando ibamos a salir!! Espero que les haya gustado tanto como a mi!!
¡Lo tengo decidido! ¡La historia será de Albus! Como regalo de navidad (algo atrasado, jeje) y mi Promesa para ustedes es publicar los dos blogs en enero! NO ME MATEN!! en enero, en serio! Esperen solo hasta enero, aun la tengo dificil porque tanto una como otra historia las tengo que empezar al pie de la letra, con algunos detalles que dejó J. K Rowling para que la entiendan mejor!
Ah les dejo mi primer concurso! Se llama mi primer gran fan!! lo creé especialmente para ustedes. Es muy sencillo, solo tienen que seguirme, dar su opinion en las encuentas y comentarios a partir de este cap. El ganador podrá seguir este concurso en su blog, y visitaré su pág y aparecerá en la mia! muxa suerte!!
xoxoxoxoxo mari R.☆★
sábado, 26 de diciembre de 2009
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