Mi verso favorito: Escribir es nacer de Luis cernuda

...desde el polvo
me atrevo a
murmurar
tristes
palabras.
Escribir es
nacer,
dejar la
cristalina
morada de
inocencia
donde ya no
estoy.
Mi verso tiene formas
maternales,
es nube sobre el
mar
y una gota de l
luvia,

es niño que en la arena se entretiene

con las espumas y las caracolas.

Un saludo para todos los lectores, si ya seguías esta historia, lamento no haber escrito más y dejar la historia a la deriva, y si eres nuevo espera el nuevo giro de mi historia, traerá nuevas sorpresas, personajes nuevos, tramas nuevas y una nueva forma de dejarte fijo en la pantalla por mucho tiempo. Proximamente publicaré los primeros capítulos nuevamente (sí, los mismos) pero quiero volver a retomar la historia de cero para cambiar algunas cosas, no muchas. Espero que sean pacientes y les guste esta nueva historia que me complace tanto compartir con ustedes.

Espero que me hayan perdonado y que sigan la historia tanto como yo. Dentro de unas semanas cambiaré la dirección de la página conforme a como decida llamar a este libro.

¡Nos leemos pronto!

viernes, 23 de abril de 2010

No te rindas

No te rindas



Mario Benedetti



No te rindas, aun estas a tiempo


de alcanzar y comenzar de nuevo,


aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,


liberar el lastre, retomar el vuelo.






No te rindas que la vida es eso,


continuar el viaje,


perseguir tus sueños,


destrabar el tiempo,


correr los escombros y destapar el cielo.






No te rindas, por favor no cedas,


aunque el frio queme,


aunque el miedo muerda,


aunque el sol se esconda y se calle el viento,


aun hay fuego en tu alma,


aun hay vida en tus sueños,


porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,


porque lo has querido y porque te quiero.






Porque existe el vino y el amor, es cierto,


porque no hay heridas que no cure el tiempo,


abrir las puertas quitar los cerrojos,


abandonar las murallas que te protegieron.






Vivir la vida y aceptar el reto,


recuperar la risa, ensayar el canto,


bajar la guardia y extender las manos,


desplegar las alas e intentar de nuevo,


celebrar la vida y retomar los cielos,






No te rindas por favor no cedas,


aunque el frio queme,


aunque el miedo muerda,


aunque el sol se ponga y se calle el viento,


aun hay fuego en tu alma,


aun hay vida en tus sueños,


porque cada dia es un comienzo,


porque esta es la hora y el mejor momento,


porque no estas sola,


porque yo te quiero.
 
 
Hola, se que esperaban un cap, pero... no se ni por donde empezar...
No puedo escribir, no se porqué pero no logro que nada aparesca en mi cabeza.
Me han pasado muchas cosas que no se como explicarlas, si son buenas o malas, pero muchas de ellas me cambian, mi manera de pensar, sentir o actuar, y en especial en mi blog.
Amo este blog como no tienen idea y amo escribir mas que cualquier otra cosa, solo que por ahora... no puedo, hago todo lo posible para escribir pero no puedo. No es porque estoy triste o deprimida ni nada de eso, para ser honesta me encuentro feliz.
Dejé este poema porque me identifiqué mucho con el, en especial cuando lo encontré en una pagina de anecdotas de verdad muy lindas. Espero que les haya gustado tanto como a mi.
Publicaré lo más pronto posible, no cuando quiera, si no cuando pueda. Lo siento.
xoxo mari R

sábado, 3 de abril de 2010

Hii!! como les va? como han pasado las vacaciones de pascua? que lastima que ya se hayan terminado :(
Como ya lo han notado me reconecté con mi blog por así decirlo, no solo quise publicar el nuevo cap, si no que también se me ocurrio una idea: Una Encuesta. ¿? ¡!

Tiene dos propósitos: ¿??
Poder Conocerlos mejor
Y que me puedan conocer mejor...¿¿?

Esta encuesta es muy simple, lo único que tienen que hacer es responder las siguientes preguntas que dejo a continuación más algún dato loco o alguna curiosidad sobre uds, y si tienen alguna duda sobre mi solo manden también la pregunta o si tienen varias las responderé si así lo desean =D. Aquí les dejo las preguntas:

1. ¿Qué es lo que más te gusta de mi blog?
2. ¿Algún apodo o sobrenombre de cariño?
3. Que prefieres... ¿Realidad o Ficción?✬.
4. ¿Tu música? ¿Algún cantante o banda?.♪
5. ¿Un amor platónico? jeje ¿Cuál?!♥
6. ¿Magia o vampiros?
7. ¿Team Edward o Jacob?
8. Si tuvieras un deseo ¿Qué pedirias?
9. En el arcoiris, robate un color ¿Cual?
10. Esta pregunta va más a su creatividad sin importar lo que decidan poner, haganlo con lo que de verdad piensan ¿Qué es lo que mas desean en la vida? ¿Alguna meta en especifico? No importa si son estudios, o escribir, lectura, canto, lo que quieran. Expresense si?
Oh! esta es adicional! que harías tú para salvar el medio ambiente? Algo simple, que puedes hacer tú mismo en casa☮

Aquí se las dejo a su creatividad, la traviesa acompañante de la mente y corazón! xD! Espero sus opiniones y las que quieren que respondan si? U.U
Los amo un montón!
xoxo
mari R☆★

viernes, 2 de abril de 2010

Sin opciones, ni salidas.

Capítulo 27.
La mayor parte de mi infancia había sido educada de la mejor forma posible por mis padres, no eran estrictos, pero siempre les gustaba que yo fuera su “damita”, prefería tener buenos modales a ir a clases de etiqueta, aunque mi padre jamás me dejaría ir a eso porque me volvería una estirada como decía él todo el tiempo. Nunca tuve quejas con eso, me enseñaron a ser amable, cortés con los vecinos y en especial con los desconocidos, a atender a las visitas con modales y a ser una visita agradable. Cada vez que iba a una casa trataba de hacer notar mi llegada, como por ejemplo, tocar la puerta antes de entrar o pulsar el timbre, pero esta no era una de esas.
Yo no sería una buena visita, no pensaba serlo. Todos nosotros solo entraríamos por la fuerza sin saber si hay alguien o no en casa, esperaba la segunda opción de que estuviera vacía.

La parte de atrás de la mansión era mucho más tétrico que su fachada. Como era una de las últimas casas del pueblo, daba vista a las colinas del bosque y los rayos del sol no cruzaban completamente por la espesa capa de pinos.

El suelo estaba húmedo y enlodado, por lo que tuvimos que caminar con sumo cuidado hasta llegar a una puerta del sótano. Lucas y Scott nos hicieron señas para alejarnos mientras la abrían y nosotras retrocedimos, la puerta de madera era ligera a simple vista pero pesaba demasiado como para que una sola persona la pudiera levantar, así que entre todos la empujamos para poder pasar, al principio produjo un leve chirrido y nos sobresaltamos cerrándola de golpe, dejándonos completamente a oscuras.

Dentro de la casa era un ambiente húmedo, frio por las lluvias y por el sótano. Todos estábamos unos cerca de otros sin poder ver nada y dando trompicones, me atreví a avanzar pero di un paso en falso y me resbalé con un peldaño húmedo, para mi suerte Lucas me sostuvo antes de caerme.
- Quédense quietos un momento –dijo él, y apareció una luz azul pálida en medio de nosotros- Scott, ven y te enseño.
Scott se posó a su lado mientras Lucas le explicaba que hacer y Sam, Rachel y yo mirábamos perplejas como hacían aparecer otra luz encima de nosotros.
- Miren y aprendan –nos susurró Scott al bajar las escaleras ya iluminadas.

- Tarado –mascullé entre dientes.

Cuando terminamos de bajar, observamos con más cuidado la estancia, solamente era un pequeño sótano rodeado de diferentes plantas y flores, me pareció muy extraño que en la casa de Regina tuvieran su toque natural, sobre todo cuando la chica odiaba estar al aire libre en la escuela.

Subimos con sigilo a la sala de la casa, era inmensa, casi interminable. En la oscuridad no se podía distinguir mucho las cosas, a pesar de estar un poco iluminados. Las paredes eran de color blanco y el suelo perlado, daba la sensación de estar en una habitación sin fondo, donde cada lado y dimensión de una sala no tiene final, la única diferencia era una lámpara enorme de color cristal, si la luz hubiera estado encendida de seguro sería un verdadero espectáculo que ver, un prisma arrojando luces de colores por todos lados. En el medio había un circulo de baldosas negras donde estaba una gigantesca escalera de caracol.

Lucas nos hizo señas para separarnos, Scott y Rachel tomaron rumbo hacía un pequeño pasillo que estaba en el primer piso. Lucas, Sam y yo subimos por la escalera hacia el otro piso. El pasillo era exactamente del mismo color que el piso anterior, solo que tenía pequeños detalles de madera tallados en las paredes, solo habían cuatro puertas en los pasillos.

Nos dividimos para abarcar más espacio, yo abrí la primera y solo era un cuarto de baño, azul con perla, la puerta que abrió Sam era una habitación, tenía todas las paredes decoradas de madera y detalles en labrados en piedra, tenía unas amplias cortinas de color morado oscuro al igual que la gigantesca cama que se encontraba en el centro.

- Seguro es la habitación de sus padres –le murmuré a Sam mientras entrabamos.

Registramos los armarios y solo había ropa de mujer, muchas ropas finas y no parecían de una mujer mayor, eran prendas serias, pero no del tamaño de una adolescente.
 
- Es la habitación de Regina –dije.

- No lo creo, ven a ver esto –dijo Sam.

Me acerqué a su lado y donde estaba otro armario lleno de joyas y cepillos de plata, había marcos de fotos y todos mostraban cuadros pintados de Mandy.
- ¿Mandy vive con Regina?

- Nunca se supo donde vivía ella –murmuró Lucas que se apareció al lado de nosotras.

Dejé a Lucas y Sam en un debate al mismo tiempo que buscaban más cosas sospechosas que poder indagar más a fondo para hablar con Scott.

« ¿Encontraste algo?»

«No mucho… solo la cocina que parece que nadie la ha usado, y algo similar a un cuarto de baño, es como un spa… quisiera tener en mi casa uno así»

«Olvídate de eso y suban un momento, la segunda puerta a la derecha.»

Al minuto se escucharon los pasos de Scott y Rachel entrando en la estancia, como es de suponerse se quedaron boquiabiertos al mostrarles las fotos de Mandy con largos vestidos viejos.

Jalé a Scott por un brazo para entrar en la siguiente habitación, tenía casi los mismos detalles que el cuarto de Mandy, solo que lo demás era de color rojo sangre, casi vino tinto.

La recamara era incluso más grande que la anterior, solo que los colores eran más vivos, casi todo era color vino, y algunos detalles pequeños en color azul como algunas rosas diminutas pintadas en las paredes. En el extremo sur de la habitación estaba un lecho donde podrían dormir cinco personas sin ninguna incomodidad, las decoraciones solo estaban hechas en telas de satín y seda, de la cama, las cortinas y todo lo demás que había allí adentro.
Paseamos por el otro lado del cuarto y solté un grito ahogado cuando vi dos sombras enfrente. Scott me sujetó el hombro y me di cuenta que delante estaba un inmenso espejo que era el doble de mi tamaño con marcos de plata en forma de rosas instalado en el centro de la habitación.
- Ya comprendo por qué tiene el ego tan grande –dijo Scott.
Registramos algunas cosas de su estante, nos hallamos con un sin fin de joyas con esmeraldas, zafiros o diamantes incrustados en ella, pero la mayoría tenia rubíes y hasta las más insignificantes minucias eran de oro y plata. Por otro lado nos sentíamos mareados entre tantas fragancias que olfateamos de repente de los miles de frascos de perfumes que tenían, finos olores que ya me dejaban inconsciente y todo un espacio entero de frascos y contenedores de pinturas y maquillaje, era más que predecible su carácter voyeur pero esto pasaba los limites.
A diferencia del supuesto cuarto de Mandy en el de Regina solo se hallaba un cuadro, una pintura de ella con un enorme vestido rojo sangre y relieves dorados, la parte superior de su cabello estaba recogida en una suave corona, a pesar de la escalofriante mirada de suficiencia algo era cierto, tenía que admitir que se veía verdaderamente hermosa enmarcada como una reina o una condesa, Regina era bella, pero en esa pintura lo era tanto que me sentí un desaire en el pecho, como si me hubieran dado una patada en el estomago, sujetaba en el brazo una serpiente de un metro y medio aproximadamente, sus ojos amarillos me incomodaban.

- Por lo visto quedó claro que es la habitación de Regina –susurré aun viendo la pintura.

- Si… -contesto Scott quien después sonrió al ver ceño fruncido en mi cara- Descuida, usa mucho maquillaje.

- Gracias. –susurré sintiéndome mejor.

Observé un poco más el entorno para conseguir algo que me llamara la atención, que podría ser útil. Cerca de la cama vislumbré un enorme baúl de madera oscura justo en frente de la cama. Caminé en dirección hacia él y traté de abrirlo pero estaba cerrado por un candado, suspiré molesta.
- Déjame intentar algo –Scott se acercó a mi lado y se inclinó frente al baúl mientras colocaba una de sus manos en el y lo jalaba con delicadeza y se abrió el cerrojo- Listo.

- ¿Cómo lo…?

- ¿Hice? No me digas que perdiste la memoria. Somos brujos ¿Recuerdas?

- Oh, es cierto.

Scott puso los ojos en blanco e hizo caso omiso a mi comentario y registro conmigo el interior del baúl. Estaba repleto de más joyas y prendas caras, para mi sorpresa varios libros, algunos más viejos que otros y la mayoría en francés, por lo que no llegaba a entender mucho.
Solo uno capto mi atención.

Era del color rojo sangre y tenía un escudo, aguce la vista y tenía dos espadas cruzadas encima de una corona, debajo había una serpiente que se enroscaba en una rosa. Lo abrí por simple curiosidad y en la primera página estaba casi en blanco, solo que en una esquina se leía Miagmella Louge.

- ¡Scott! –grité emocionada- ¡Mira esto!
Seguimos observando el libro y nos dimos cuenta que era un diario, su diario. Aparecían diferentes fechas pero lo demás en francés.

Volvimos a buscar otro libro similar y encontramos uno de color verde claro con el mismo escudo, la primera página contenía lo mismo que en la portada. Tenía el mismo francés pero esta vez con imágenes ilustradas, dibujos casi perfectos de palacios y personas, nos dimos cuenta de que podía ser la familia Louge hasta que vimos dos cuadros de Regina junto a varias personas que debían de ser sus amigos y familiares.
Junto a eso había un pequeño cofrecito de madera con joyas incrustadas, pero hice caso omiso pensando en que sería algún joyero más de la colección de Regina.

- ¿Crees que esta sea la historia de su familia? –pregunté en un susurró.

- Creo que sí, al igual que este diario sea de Miagmella. Creo que tus sospechas tienen algo de lógica.

- Todas las tienen, créeme.

- Eso ya lo veremos.

Mientras hablábamos en mi pierna derecha sentía un peso frio abrazándome, voltee hacia abajo y vi una serpiente enroscada en mi, por suerte Scott también volteo y lo miré desesperada.
- No te muevas por nada del mundo –susurró.
Se acercó con sigilo a la serpiente que iba casi a la altura de mi rodilla y la tomó por la cabeza rápidamente, se sacudía tratando de tomar el control de sí misma.
Scott la tenía dominada entre sus manos y pensé que iba a acabar con ella, pero antes de que pasara eso se escuchó un horrible siseo en la habitación.

¡Fuera!
Del susto retrocedí y Scott la lanzó hacía el enorme estante y se pudo escuchar el sonido metálico al impactarse con las joyas y perfumes.

- ¡Vámonos! –gritó Scott.

Salimos corriendo de la habitación y estuvo a punto de cerrar la puerta cuando me acordé de algo.

- ¡Los libros! –grité desesperada y salí disparada de nuevo al cuarto.

Ni si quiera me detuve a ver si la asquerosa víbora todavía estaba allí. Me recorrió un escalofrío que me congeló hasta la última de mis terminaciones nerviosas…

…El baúl estaba abierto de nuevo.

Me detuve en seco evaluando la situación, Scott lo había cerrado al salir, y yo había sido la única al entrar ahora, a menos que alguien más ya lo haya hecho.
¡Los Libros! Pensé de repente. Vi los libros junto a una pequeña caja de madera con joyas incrustadas y el escudo de los Louge en ella, era el mismo cofrecito de madera que observé antes, estuve a punto de tomarla pero pensé que mi objetivo eran los libros así que los tomé y corrí lo más rápido que pude de vuelta a afuera.

Cuando por fin estaba afuera me jalaron por el brazo y por reflejo solté un golpe con el codo lo más fuerte que pude y corrí hacía la ultima puerta del pasillo y la cerré del golpe.

Todo estaba completamente oscuro y olía a polvo, intenté imitar el truco que hizo Lucas y después de varios intentos logré una esfera de luz no tan grande como la que él había hecho pero iluminaba lo suficiente.

Subí por unas estrechas escaleras hasta un extenso ático que estaba casi vacío. Tenía varias cajas, algunas vacías y otras con decoraciones viejas, unos que otros muebles viejos y todo lo demás era polvo. Excepto un cuadro.

Ví un retrato que mostraba un hermoso paisaje, era un castillo inmenso sobre una colina empinada a la luz del día, todo estaba rodeado por una espesa capa de arboles, en el borde del marco se veía la inscripción:

Octubre, 1823, Brocelianda
Me sentí ahogada de un momento a otro estando en ese espacio tan oscuro y salí a los pasillos. Casi se me pasó por alto la última vez que salí de allí, caminé lo menos ruidoso posible para no despertar sospechas, sentí una ráfaga de aire frío colándose por la puerta que dejé abierta y se cerró de golpe.

« ¿Dónde estás?» Le dije a Scott en mi mente

« ¡Te estamos buscando por todos lados! ¿Dónde estás tú?» Reclamó molesto.

«Aun en el piso de arriba, en los pasillos»

«Espéranos allí, no te muevas por favor. Creemos que hay alguien más en…» Antes de que pudiera terminar lo que iba a decir mi mente se quedó en blanco y por alguna extraña razón no pude hablar más con él.

Traté de predecir algo pero solo pude ver unas dos sombras en la ventana del pasillo de arriba, de frente, observándome. No pude identificar a las dos personas que me estaban mirando, mi visión parecía una mala señal de televisión, todo estaba borroso y no pude ver más.
Al momento los chicos subieron las escaleras y solté el aire que tenía estancado en mi pecho del susto.
- ¿Dónde estaban? –pregunté aliviada.

- Buscándote –contesto Lucas.

- Después de que soltaste aquel golpe al salir del cuarto de Regina corriste tan rápido y no te pude ver –dijo Scott- Debemos irnos, algo raro está ocurriendo aquí, intentaba decirte eso cuando todos nos quedamos a oscuras y no pude comunicarme más contigo.

- Intenté ver algo pero no pude, todo se veía muy borroso. Pero… –recordé las sombras y comprendí que lo más probable era que estuvieran en camino hacia nosotros- No estamos solos.

- ¿Qué? –susurraron todos al unísono.

- A pesar de no poder ver mucho, si vi dos sombras en las ventanas, creo que no estamos solos. Scott tiene razón, hay que salir de aquí.
Después de ese intercambio de información todos nos pusimos tensos, esperando alguna compañía sorpresa.

No veíamos.

No podíamos escapar.

No teníamos opciones, estábamos en un callejón sin salida.
La única opción era bajar por el sótano y salir corriendo de allí lo más rápido posible, debatimos esa posibilidad y concluimos que era todo o nada así que nos arriesgamos a ir de nuevo.
Tenía esa extraña sensación de ser vista. Caminé aun más rápido que antes y llegamos al sótano, todos empujamos lo más fuerte posible y salimos uno por uno vigilándonos las espaldas.

Al fin pude salir con los chicos y solo faltaba Sam, cuando ya estaba a punto de salir profirió un grito y cayó al suelo.

- ¡Mi pie! ¡Suéltame! –chillaba mientras daba patadas a ciegas y todos la jalábamos hacia afuera.
Lucas hizo su mayor esfuerzo al cargarla y salimos huyendo de la mansión Louge de una vez por todas. Corrimos en dirección al bosque, el que dirigía era Scott, su plan era alejarnos lo suficiente para ver si podíamos desaparecer o usar algún poder.
Llegamos a la espesura del bosque y vimos la luna por un momento, debía ser muy tarde ¿Cuánto tiempo había estados encerrados allí?

- ¡Puedo ver mejor! –exclamó Rachel.

- Está funcionando –dijo Scott alegre.

« ¿Puedes oírme?» me preguntó

« ¡Sí! ¡Tenias razón!»
- Bueno, ya podemos irnos. Lucas, acompaña a Sam a su casa y yo llevo a Christine y a Rachel a las suyas para que no tengamos alguna sorpresa. A penas la dejes en su casa ve a donde Verónica y espérame allí por favor.

- De acuerdo –masculló. Lucas siempre había odiado que le dieran órdenes.

- Hablamos mañana –me dijo Sam.

- Adiós.
Dejamos a Rachel en su casa y su dama de compañía la recibió agradecida de que apareciera al fin. Scott me dejó en mi casa y apenas pude escuchar la pequeña explicación que le dio a Yess para que habláramos todos mañana con más calma.
- Apenas oigas algún ruido raro no dudes en decírmelo. Por favor ten cuidado –me dijo suplicante.

- Si, descuida. Lo haré.

- Gracias. Tanto esfuerzo y no conseguimos los libros… -suspiro.

- Yo no lo creo…

- ¿Qué tratas de decir? –una sonrisa se extendió por mi rostro mientras saqué de mi mochila los dos libros que le quité a Regina de su cuarto.

- ¡Eres fabulosa! –me abrazó muy fuerte mientras carcajeaba- Espera a que se los muestre a Verónica.

- Seguro serán de mucha utilidad.
- ¡No lo dudes! –me plantó un beso en la mejilla que me dejó sin aliento y la mejilla me quedó ardiéndome. Tomó los libros y me sonrió antes de irse.

A pesar de la advertencia de Scott estaba tan agotada que dormí plácidamente, sin ningún otro sueño o visión. Aunque tenía varias incógnitas en mi cabeza en ese momento estaba segura de que mañana se aclararían todas, o por lo menos la mayoría de ellas.
Ese escalofriante viaje habría valido la pena, y el retorno mucho más…




Hello everybody! jeje pensaron que los iba a dejar en blanco? para nada! aqui les dejo el nuevo cap, espero que les guste y disculpen la tardanza, creo que me he vuelto mas una lectora caprichosa que una escritora inspirada (leo mas de lo que escribo ultimamente).
xoxo
mari R