Capitulo 24
El resto de la semana fue casi sacado de una película de terror, los profesores, las tareas, los exámenes, ¡Me estaban recargando! ¡Mi cerebro iba a explotar! En mi mochila no cabían mas libros. La mitad de las chicas de mi curso no cabían en sí de la emoción por la tarea que les había dado la consejera, decorar la escuela, colocaban cintas y corazones rosas en cada esquina vacía, a Lucas le irritaba tanto como a mí y de vez en cuando molestaba a las chicas cuando dejaba algún cartel en forma de sapo en los casilleros.
- A la próxima loca que pase con uno de esos estúpidos corazones le voy a meter este sapo de goma en el bolso –me prometió Lucas cuando pasábamos por los pasillos.
Esperamos unos minutos a que una chica llegara, pero ninguna pasaba, cuando al fin hubo una candidata de suéter rosa, Lucas ya tenía el sapo en su mano derecha, Sam consciente de la broma tomó el sapo y lo guardó en su bolso, Lucas la miró quejándose pero no dijo nada más, me quedé con la boca abierta ante semejante escena. Lo que más lo molestaba a Lucas era que interrumpieran una buena broma, pero no hizo nada.
- Iba a estar divertido –murmuré.
- Ese es el problema. –señaló Sam con la barbilla. Iba pasando Mandy para reunirse con aquella chica de suéter rosado.
- Que inoportuna ¿Qué clase tenemos?
- Matemática –los tres arrugamos la cara.
- No se enfurruñen así –apareció caminando Cris a mi lado- El profesor está enfermo, lo que significa que hay…
- ¡Una suplente! –saltó Sam para abrazar a su hermano.
- ¿Cómo lo sabes?
- Iba caminando por los pasillos cuando escuché al director decir eso.
- ¿Escuchar? ¿No sería más apropiado el termino espiar? –preguntó Lucas.
- Solo estaba caminando y lo escuché, no puedo evitarlo, eso no es espiar.
- Chismoso.
La clase de matemáticas resultó de lo mas relajante con la suplente nueva que solo dio unos pequeños ejercicios, todos estábamos de lo más contentos con la primera clase sin tarea, aunque a la mitad de la hora ya estaba empezándome a aburrir así que empecé a jugar con un mechón de mi cabello.
- ¿Qué haces? –preguntó Cris mientras veía como yo enrollaba mi mechón de cabello con un dedo.
- No lo sé… ¿Qué te parece si pinto mi cabello de negro? –dije mientras veía mi mechón castaño- Me vería como más…
- No lo hagas, me gusta cómo te ves así.
- ¿No te gusta que me pinte el cabello?
- ¿Para qué?
- Pensé que te gustaría de ese color…
- Me gusta tal y como está, siendo honesto me parece algo tonto que lo quieras cambiar porque yo diga que me gusta de un color u otro, pero si tu quieres no te puedo obligar.
- Es muy cierto, igualmente era una pregunta hipotética, tampoco quiero cambiar.
- Perfecto.
- ¿Y la profesora no piensa dar más clase?
- Ya está aburriendo ¿Verdad? –me comentó Cris.
- Si, un poco.
- Vamos a dar un paseo.
- Pero está la suplente va a ver que no estamos.
- Está algo distraída, ni se va a dar cuenta.
- ¿Y no le vas a decir a los demás?
- Si te refieres a Sam y a Lucas, créeme, es mejor así.
- ¿Por qué?
- Te lo explico en el camino.
Con todos los chicos parados fue muy fácil escabullirse del salón, dimos vueltas por los pasillos mientras hablábamos de cualquier cosa que resultara mejor que estar en clase.
- Nunca había visto la escuela tan… rosada –comenté.
- Se están volviendo locas con esto del San Valentine.
- Tienes razón, es muy… pomposo.
- Y… ¿Tengo que pedirte que seas mi Valentine?
- ¿Yo?
- ¿A quién más crees que se lo pediría? –compuso una media sonrisa y me quedé sin aliento.
- Si sabes la respuesta para que preguntas.
- Solo quería escucharlo de ti.
- ¡Oh no! ¡No me digas que te vas a volver de esos chicos cursis de Valentine!
- Aun no me han lavado el cerebro.
- Eso espero… ¿Qué eras lo que me ibas a contar en clase?
- ¿Sobre qué?
- Algo de Lucas y Sam.
- Ah eso. –comenzó a reírse- Qué idiota más grande es Lucas.
- ¿Por qué?
- Es que a Lucas… -ya me sabía la respuesta.
- ¡No!
- Ya entendiste.
- Eso creo ¡Imposible! ¿Estamos hablando de Lucas?
- Si, de ese…
- A Lucas le gusta…
- Si, tampoco me agradó eso cuando me lo dijo…
- ¿Y ella sabe?
- No.
- ¿Acaso le piensa decir algo?
- Lo dudo, es muy tímido.
- ¿Estás completamente seguro de que hablamos de Lucas? ¿Lucas Jason?
- Si.
- Jamás se me pasó por la mente.
- Ni a mí.
Esa posibilidad resonó en mi mente por pura curiosidad para convertirse en risas que estallaban sin cesar dentro de mí, a Cris también le resultaba muy gracioso, andábamos solos por los pasillos de la escuela mientras se escuchaba el eco de nuestras carcajadas.
- Oh, oh –murmuró Cris y se echó a reír de nuevo.
Al doblar la esquina del pasillo venía la Sra. Howdort caminando estresada como siempre, nos miró molesta y arrugó la cara al ver a Cristian riéndose.
- ¿Cuál es la gracia Sr. Wittcher? –preguntó ella.
- Disculpe, solo era un chiste.
- ¿Y se puede saber el motivo de que no estén en clase?
- Si.
- Hay uno. –traté de inventar algo, pero no era buena para eso.
- Ya que les encanta pasear ¿Qué tal si les doy una vuelta por la dirección?
- Yo les pedí que salieran –dijo Verónica a nuestras espaldas, suspiré aliviada- Les mandé una tarea extra y quería saber si me la tenía hecha.
- ¡Sí! ¡Ya la tenemos!
- Casualmente te la íbamos a dar en este momento.
- Yo me responsabilizo por ellos.
- Cuando terminen vuelvan a clases –masculló molesta la Sr. Howdort, le irritaba la idea de no poder castigar a alguien.
Se dio la vuelta y se fue marchando, yo le hice muecas y le saqué la lengua para descargarme, a la mitad del pasillo se detuvo y yo me quedé como piedra, Cristian rió por lo bajo.
- Necesito el informe para mañana. –se dirigió a Verónica.
- Por supuesto.
Verónica nos dio la vuelta de regreso al salón mientras hablábamos.
- ¿Por qué estaban fuera de clase?
- No había nada interesante allí adentro –respondió Cris descaradamente.
- Pobres chicos –exclamó Verónica con sarcasmo.
- Así es la vida cruel.
- Y las profesoras malvadas. La Sra. Howdort es una bruja.
- Que irónico –suspiro Verónica mientras los dos me veían y enarcaban una ceja.
- Si, ya sé, yo también. Me refiero a una de esas brujas de los cuentos de terror, con escobas, verrugas y gatos negros.
Regresamos al salón de clase y nadie se percató de nuestra ausencia, la profesora estaba leyendo una revista y los demás chicos hablando.
- Hola chicos –saludé a Sam y Lucas que estaban sentados a un lado.
- ¿Dónde estabas? –preguntó Sam.
- Paseando.
- Interesante –dijo Lucas.
- Lo mismo digo –le guiñé un ojo y el miró molesto a Cris.
- ¿Por qué le contaste?
- Tenía que contarle ¿no?
- No, no tenías.
- Oigan, seguimos aquí.
Por suerte salimos temprano de clases, ya que las animadoras iban a repartir invitaciones para el baile de San Valentine. A la tarde no reunimos en la casa de Sam y Cristian para ver San Valentine’s House, ya que estábamos por estas fechas queríamos ver una película de terror sobre el tema.
- Que lastima que el psicópata no matara a una de esas chicas de rosa, para poder imaginarme que es una de esas locas animadoras de la escuela, ya no las soporto. –masculló Lucas a la mitad de la película.
- ¿No tienen miedo? –nos preguntó Cristian a Sam y a mí, que estábamos sentada una a cada lado de él.
- No.
- Para nada, los efectos son muy malos –en ese momento salió el asesino del armario y atacó a una chica. Sam y yo gritamos y nos escondimos encima de Cristian, quien había perdido el aire del susto.
- ¿No es que no tenían miedo? –Lucas comenzó a carcajearse.
- ¡Estábamos distraídas! –nos defendió Sam.
- ¿Ninguno piensa ir al baile el fin de semana?
- El baile de la escuela… no lo sé –respondí.
- Igual yo –dijo Sam.- ¿Y tu hermano?
- Si ella va, yo voy.
- Me imaginé la respuesta ¿El payaso va?
- El payaso no sabe –contestó Lucas, resultaba aun mas gracioso verlo serio que cuando estaba bromeando- Iba a invitar a una chica, pero no lo se todavía.
- Oh.
Miré a Cris con cara de reproche, el entendió mi expresión y al parecer opinaba lo mismo que yo: ¡Esos chicos eran tan lentos!
La película como cualquier otra de terror no tuvo un final feliz, la única chica que sobrevivió descubrió que su Valentine era un asesino en serie y se volvió loca, lo típico.
- Cuidado si un asesino en serie aparece en tu ventana hoy –me guiñó un ojo Cris.
- Estaré alerta.
- Espero que no gritando como en la película.
- ¡Solo me asusté una vez!
- Estoy bromeando.
- Ja, ja –suspiré.
Llegué a mi casa para irme a cenar con Yess y hablar con ella unas horas, al haber terminado mi platica me fui a dormir tranquila, observando el cielo en la ventana, se podía ver claramente la luna llena, con un aspecto amarillo que desentonaba con el cielo, fue lo único que recordé antes de quedarme dormida.
Al siguiente día después de clases le prometí a Sam ir de compras con ella, andaba confiada por haber ganado la batalla y llevarme al baile de San Valentine. Ella no me había dicho con quien iría y me parecía de lo mas inusual en ella, le pregunté cuando ya entrabamos al centro comercial.
- Aun no lo sé –me respondió ella- Jeremy me había invitado, tal vez acepte ir con el.
- ¿Jeremy Stonner?
- Si.
- ¡Es muy guapo!
- Sí, eso creo.
- ¿No te emociona?
- Si, es muy lindo y simpático.
- ¿Y cuando habló contigo?
- Después de su práctica de futbol con Damián. Recuerda que juegan en el mismo equipo de la escuela.
- Se me había olvidado ¿Entonces que le dirás?
- Creo que si iré con él.
- Genial.
Vimos un par de tiendas y encontramos cada una el vestido ideal para la ocasión, hasta ya sabía cuales accesorios podía usar, y pensaba uno que quedaría especial. Me despedí de Sam para irme a casa, cuando llegué le mostré mi vestido a Yess para que me diera su opinión y como casi todo el tiempo, le pareció perfecto.
Contenta con mi decisión, dejé mi vestido a un lado para buscar mi relicario favorito y ver como resaltaba en mi atuendo, registré mis cajas, mi cofre, mis baúles y no estaba, pensé que me daría un paro cardiaco si se me había perdido, aunque solo fuera un bien material, para mí era más que eso, no podía creer lo olvidadiza que era para no saber donde lo había dejado la última vez.
En ese preciso instante sonó mi teléfono celular, nerviosa fui a contestar a ver si era Sam, aunque me decía todo lo contrario, me imaginaba de quien sería la voz sin tener que escucharla.
- Hola Cris –saludé.
- Hola, me preguntaba… ¿Puedo pasar a visitarte un instante?
- ¿Qué pregunta boba es esa?
- ¿Es un sí?
- Es un por supuesto que sí, ¿Cuándo vienes?
- Ya llegué –sonó el timbre de mi casa.
- ¡Qué puntual! –colgué el teléfono para ir a recibirlo.
Bajé deprisa las escaleras para abrir la puerta, me esperaba recostado de una de las columnas, tenía ocultada una de sus manos detrás de su espalda.
- Me gusta ser educado y llegar a tiempo –dibujo una media sonrisa en su rostro.
- Si, ya observé eso, pasa.
- Por cierto, quería entregarte esto –me tedio en mi mano mi relicario.
- ¡Lo estaba buscando! No lo encontraba por ningún lado.
- Es que lo tomé yo.
- ¿Por qué?
- Digamos que quería hacerle un pequeño detalle cercano a la fecha.
- ¿Qué le hiciste?
- Observa el otro lado de la inscripción.
Al reverso del dije plateado tenía un pequeño y fino grabado que decía Nunca lo olvides entrelazado junto al anterior que había puesto antes.
- ¿Te gusta?
- Me encanta.
- Esa era la idea… Por simple curiosidad… ¿No sabes con quién va mi hermana al baile?
- Creo que va con Jeremy Stonner.
- Fantástico –masculló.
- ¿Qué?
- Es un cretino, no quiero que mi hermana salga con un idiota así.
- ¡Tampoco la celes tanto! ¿Acaso ella vigila con quién sales?
- Pero es diferente.
- Lo dices por Lucas ¿no?
- No me dejará respirar tranquilo si no le digo.
- Que molesto es.
- Lo sé ¿Has hablado últimamente con Verónica?
- No –se me formó un nudo en la garganta- No he hablado con ella últimamente.
- Está algo extraña, el fin de semana nos reunimos todos para seguir investigando.
- ¿Investigar?
- Si, después te explico, ahora solo queda…
- Lucas.
- Lo siento, adiós.
- Adiós –me despedí y me besó la mejilla antes de irse.
Entré a mi casa para tocar el piano un momento y a esperar a mi madre que no tardaría en llegar. De vez en cuando miraba mi relicario, otra vez en mi cuello, donde debía estar siempre.
Al transcurso de los minutos llegó Yess a la casa y la recibí en el comedor para cenar, hablamos sobre el día y algunas cosas de su trabajo. Fui a mi habitación a prepararme para el día de mañana, iba a ser tan… ¿rosado? No me gustaba mucho eso…
- ¿Puedes salir en este siglo? –le pregunté ya exasperada a Sam quien se hallaba en su cuarto, yo ya me había terminado de arreglar para el baile de San Valentine de la escuela, era hoy.
Me había puesto para la ocasión un vestido gris hasta las rodillas, tenía algunos detalles en plateado. Cuando estaba a punto de quedarme dormida en el sofá de su sala, al fin había salido ella.
- ¿Qué te parece? –dijo mi amiga. Se había arreglado con un vestido largo de color vino tinto, le quedaba perfecto con su tono de piel.
- ¡Está perfecto!
- ¿Dónde está Cris?
- No lo sé, lo alcanzaremos en la escuela.
- Jeremy nos va a llevar al baile.
Jeremy Stonner nos pasó buscando en su convertible azul rey al cabo de unos minutos, lo recordaba más bajo, el chico realmente era alto y formido, su cabello era rubio rizado y su piel bronceaba entonaba perfectamente con este.
Nos dejó en la escuela y nos acompañó mientras buscábamos a Cris por todos lados, pero no había ninguna señal de él ni de Lucas.
Entramos al gimnasio y estaba todo como lo imaginé, rosado, en cada esquina había pequeñas luces fucsia que iluminaban el suelo, y corazones por todo el techo del salón, había una banda que tocaba música suave y todos bailaban en nuestro alrededor.
- ¿Bailas? –le dijo Jeremy a Sam.
- En estos momentos no, no quiero dejar sola a Christie mientras llega mi hermano.
- No importa, llamaré a Lucas a ver donde están.
Perdí a los chicos de vista mientras tomé mi celular y marqué el número de Lucas quién contestó al rato.
- ¿Hola?
- ¿No estás con Cris?
- Pensé que tú estabas con él.
- ¿No lo has visto?
- No lo he visto en todo el día.
- ¿No estás en el baile?
- No –masculló- No voy.
- Oh, lo siento. Avísame si lo ves por favor.
- Como sea, adiós.
Caminé por los jardines pensando en lo amargado que estaría mi amigo por no haber hablado con Sam, me había hecho reír un rato. Cuando estaba ya por el final del campo vi a un chico demasiado familiar para no reconocerlo.
- ¡Cris! –lo saludé pero no había volteado a verme. Salí corriendo en su dirección y cuando al fin volteo para mirarme se hallaba más distinto, frío.
- ¿Qué?
- ¿Dónde estabas?
- No lo sé, me tengo que ir. –le tomé la mano pero rechazó ese contacto y me miro como si le inspirara asco.- No me toques.
- ¿Pero qué mosco te pico?
- Solo aléjate. -me miró con desdén y amargura, miré sus ojos inexrpesivos y sin ninguna emoción, eso me causó un extraño vacío.
- ¿Cris? - alcé mis manos hacia él pero se alejo un paso atrás, me quedé buscando sus manos sin ningúna respuesta de su parte. Solo mostraba la peor indiferencia de todas.
No hubo respuesta alguna de su parte. Salió caminando rápido en dirección de dos chicas, una vestida de color rojo sangre y la otra de color rosa, lo seguí mientras lo llamaba de nuevo.
- ¡Cris! ¡Cris!
Lo último que pude ver era cómo le tomaba la mano a la chica del vestido rosa y la besaba, me quedé helada, no estaba segura si era por la idea de que esa chica era Regina o por la reacción de Cris, y ese beso. Podía sentir como se me vaciaba el aire en los pulmones, pero no había alguna otra respuesta en mí, no podía moverme, ni hablar. Solo hasta que Regina me miró con la misma malicia que siempre reaccioné y salí corriendo de allí, a la mitad del camino tropecé pero seguí corriendo en dirección opuesta, llegué cerca de un árbol y me caí con una de las ramas y mi vestido se rasgo lastimándome en la pierna derecha.
No entendía nada, ni quería entenderlo, solo pensaba que esta era de esas pesadillas en la que despertabas justo en el peor momento, pero no era así, era real, y el dolor también lo era. Solo seguía en mi cabeza la misma escena, las mismas palabras de Cris y ese mismo beso, no podía ver por lo empañado que estaban mis ojos, no me había dado cuenta de lo infantil que fui al haber aguantado tanto las lágrimas y las dejé caer otra vez, no me importaba y no recordaba otra cosa más, dolor, las lágrimas que ardían en mi rostro y aquella extraña sensación que me invadía, aquel desgarre en mi pecho, respiraba, pero parecía que no pudiera hacerlo, solo sentía una asfixia y una necesidad ante ese vacío…
I Climb, I Slip, I Fall
Reaching for your hands
But I lay here all alone
Sweating all your blood
If I could find out how
To make you listen now
Because im starving for you here
With my undieing love and I
Until tomorrow - Paramore.
Hola!! me tardee un poco, lo siento! He estado algo -es mejor decir bastaaantee- distraida ultimamente y no había publicado este cap! Cuenten! que les parece el nuevo diseño!? este es el definitivo, creo... XD! Comenten sobre el cap y si les gustó este diseño, y ah! en el principio de la columna derecha está la encuesta del nombre del blog! Respecto a el url de la pagina será asi www.thechristiestory.blogspot.com, solo voy a dejarlo asi una semana el nombre actual y después pongo este!!
Lo siento, lo siento, lo siento!! no he podido comentar en mis blogs favoritos! no se que pasa! Esto es para Lu, MechaO'sheaKaulitz y Jessica! Sigo sus blogs! pero no he podido comentar no se porque!
Voy a Publicar hoy en Albus life!! www.thealbuslife.blogspot.com
xoxo mari R
martes, 2 de febrero de 2010
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