Mi verso favorito: Escribir es nacer de Luis cernuda

...desde el polvo
me atrevo a
murmurar
tristes
palabras.
Escribir es
nacer,
dejar la
cristalina
morada de
inocencia
donde ya no
estoy.
Mi verso tiene formas
maternales,
es nube sobre el
mar
y una gota de l
luvia,

es niño que en la arena se entretiene

con las espumas y las caracolas.

Un saludo para todos los lectores, si ya seguías esta historia, lamento no haber escrito más y dejar la historia a la deriva, y si eres nuevo espera el nuevo giro de mi historia, traerá nuevas sorpresas, personajes nuevos, tramas nuevas y una nueva forma de dejarte fijo en la pantalla por mucho tiempo. Proximamente publicaré los primeros capítulos nuevamente (sí, los mismos) pero quiero volver a retomar la historia de cero para cambiar algunas cosas, no muchas. Espero que sean pacientes y les guste esta nueva historia que me complace tanto compartir con ustedes.

Espero que me hayan perdonado y que sigan la historia tanto como yo. Dentro de unas semanas cambiaré la dirección de la página conforme a como decida llamar a este libro.

¡Nos leemos pronto!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Vaya bienvenida a la escuela…

Capítulo 4.

Entre a la escuela a buscar mi primera clase, lo cual era un enigma que resolver con el horario de clases que me habían dado en la dirección. Según mi primera clase era Literatura, genial, mi primera clase y mi primer retardo. Cuando al fin encontré el salón de clases toqué la puerta dos veces por educación antes de pedir permiso para entrar, y me sorprendí al ver a la profesora esperándome en su asiento con una gran sonrisa dibujada en su rostro, los chicos se quedaban embobados mirándola. Parecía una de esas actrices sacadas de la televisión, tez clara, cabello rojizo de un color muy parecido a l vino, sus ojos eran azules ¡Pero tan lindos! , y su cuerpo… – bueno se notaba que debía ir mucho al gimnasio, como si la hubieran colocado en un comercial del después de una rutina de ejercicio milagrosa- notó mi timidez, y se levanto y dijo:

- Entonces tú debes ser la alumna nueva veamos… - reviso su lista mientras buscaba mi nombre – Cristine Brians, mucho gusto, soy tu profesora de Literatura la Srt. Veronica Suarez.
- Gracias, mucho gusto también – dije mientras me sentaba en uno de los últimos puestos aun apenada.

Las clases siguieron algo lenta para mí, aunque no aburridas. Me sentí aliviada cuando llegó la hora del almuerzo, y claro está como era la nueva y no había conocido a nadie me tenía que sentar sola. Tome mi almuerzo y caminé en dirección de una mesa vacía, de pronto sentí que me miraban, voltee a mi derecha y me sorprendí al ver que un chico – de tez clara, alto, cabello negro, y de ojos azul oscuro, pero muy intensos, aunque debía admitir que era guapo – me miraba de una forma muy extraña hizo que perdiera el equilibrio, para no caerme me apoye de una mesa que se encontraba a mi izquierda y se me cayó la bandeja de mi comida a una chica tipo barbie que tenía al lado – de tez blanca, cabello muy rubio y ojos azules-, gritó y sus amigas que parecían clones, ya que solo usaban prendas rosadas o azul pastel hicieron los mismos gestos de indignación.

- ¡Tú! ¡Acaso no mes por donde caminas? ¡Torpe! – gritó y me señalo con uno de sus dedos de manicura perfecta.
- Lo siento, no te vi, fue un accidente, mi nombre es Cristie y soy… - antes de que terminara me callo con una mano y se fue caminando como modelo de pasarela.
- Te aconsejo que te alejes de ella – me dijo una voz que parecía ser de una chica a mis espaldas.

“Vaya bienvenida a la escuela”, pensé para mis adentros. Volteé a verla y si era una chica. Era de tez blanca como yo, de cabello castaño, liso pero con un poco de ondulaciones, sus ojos eran de un marrón intenso, pero muy bonitos, iguales a los del chico que me miró anteriormente. Vestía una blusa suelta de color azul claro con un estampado plateado, unos jeans oscuros y unos Converse azules.
- Me llamo Samantha Wichtter, pero dime Sami, me imagino que debes ser nueva, ya que no te había visto por la escuela, además que nadie que conozca a Regina, es capaz de lanzarle comida encima – agregó con una sonrisa divertida.
- Mucho gusto, pero ¿Quién es exactamente Regina?
- EH… - Pensó ella vacilante – Regina Louge es algo así como la reina del colegio, o eso se cree ella, es la capitana del…
- … Equipo de porristas, si, me lo imagine. – agregué para terminar lo que ella iba a decir.
- Si adivinaste, igualmente ten más cuidado, no es muy cariñosa que digamos y mucho menos si le arrojas comida encima.
- Oh, fue un accidente. Es que me asusté un poco de un chico que me estaba mirando, y no vi la bandeja y… cayó en la cabellera de la barbie.
- Ja ja ja, aunque fue algo gracioso ahora te va ver con la vista gorda. Por cierto, ¿Cuál era ese chico que te estaba mirando?
- Eh – comencé a buscarlo y lo encontré en un extremo de la cafetería con dos chicos más, igual de altos y amedrentadores que el – ahí esta – lo señale con el dedo, que se dio cuenta al instante y me dedico una extraña mirada de confusión.
- ¡Ups! – exclamé.
- Ah, el es mi hermano Cris. – dijo ella algo avergonzada por el comportamiento de su hermano – El es algo agradable cuando lo conoces.
- Eso espero, porque aquí viene – dije algo asustada…